Su innovadora perspectiva y audaz experimentación han influido en generaciones de artistas de todo el mundo. La profunda conexión que el artista Lucebert tenía con España, en particular con la región de Jávea y Benitatxell, se refleja en su obra y en su vida personal, y ha sido fuente de inspiración en su producción artística. Este vínculo con España se materializó en la construcción de su casa-taller, un lugar que no solo fue su hogar, sino también un espacio de creación.
Lucebert, el Emperador de los Cincuenta
Lucebert, nacido como Lubertus Jacobus Swaanswijk, fue una figura central en el arte y la literatura de la posguerra en los Países Bajos. Nació en Amsterdam el 15 de septiembre de 1924 y falleció en Alkmaar el 10 de mayo de 1994. Es conocido como uno de los grandes poetas del movimiento CoBrA, un colectivo artístico europeo activo entre 1948 y 1951 que se caracterizaba por un enfoque espontáneo y experimental hacia el arte, inspirado en gran medida por las expresiones artísticas de los niños y las culturas no occidentales. Lucebert fue apodado como el Keizer van de Vijftigers (El Emperador de los Cincuenta), en referencia a su influencia en la poesía neerlandesa de los años 50 y 60. Su poesía, profundamente innovadora y marcada por su filosofía antiautoritaria, marcó un giro radical en la tradición literaria de su país, incorporando elementos de surrealismo, lirismo y crítica social.
Además de su obra literaria, Lucebert cuenta con un gran número de obras artísticas de todo tipo. Trabajó en una gran variedad de medios, incluyendo pintura, escultura, cerámica, collage, y fotografía. Muchas de sus obras visuales reflejan las influencias del movimiento CoBrA, con su uso de colores vivos, formas abstractas, y una energía dinámica y espontánea. A lo largo de su carrera, Lucebert exploró temas de la condición humana, la naturaleza, y la relación entre el arte y la sociedad. Su obra sigue siendo altamente reconocida y respetada, y continúa influenciando a generaciones de artistas y escritores.
La vida de Lucebert en Jávea
Lucebert y su esposa Tony Swaanswijk (nacida como Tony Koek), llegaron por primera vez a España en 1963, a Altea concretamente, atraídos por la luz del Mediterráneo y la presencia de muchos artistas holandeses. En 1968, se trasladaron a Jávea, y cinco años después, compraron una casa en la zona de Lluca, una partida de Benitatxell en el antiguo camino entre esta localidad y Jávea. Durante esta época, vivió entre Bergen (Holanda) y el propio municipio alicantino, creando una gran cantidad de obras que reflejaban su creatividad y talento.
La finca en la que se ubicaba su casa está actualmente en venta. Comprende dos casas individuales y ocupa casi una hectárea de terreno, rodeada por la naturaleza. En la casa principal, la que originalmente perteneció a Lucebert, se encuentran características como una amplia cocina con comedor y chimenea, un salón espectacular de 60 m2 con chimenea, y varias habitaciones, incluyendo dos que fueron construidas en el antiguo estudio del artista. Esta conexión con la Costa Blanca se vio reflejada en su obra Javea de 1969, un trabajo en papel hecho con tinta, lavado de tinta, rotulador, lápiz, gouache y collage.
En Jávea, se llevó a cabo una exposición de las obras de Lucebert, titulada Alles van waarde is weerloos (Todo lo que tiene valor es indefenso), una exposición monográfica para honrar la vida y obra de Lucebert, la cual incluyó trabajos suyos fechados entre 1957 y 1994. Esta exposición brindó una visión global de la actividad creativa de Lucebert y coincidió con la proyección de su película, Tijd en Afscheid, que mostraba todas las facetas artísticas del artista holandés. La mayoría de las obras provenían de una donación que su viuda Tony hizo al IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno) en 2003, fundamental para la organización de esta exposición.
La fuerte relación de Lucebert con España también quedó reflejada en su estrecha relación con el artista y coleccionista ed arte Antonio Pérez, con quien coincidió en París y España. En este caso también la viuda de Lucebert, Tony, hizo una donación a la Fundación Antonio Pérez de Cuenca, que incluyó una sala dedicada a Lucebert, destinada a exhibir parte de la donación.
El arte literario de Lucebert
Lucebert es ampliamente reconocido por su impacto duradero en la poesía y las artes visuales. Como figura destacada del movimiento CoBrA (1948-1951), sus trabajos desafían las convenciones tradicionales y buscan explorar nuevas formas de expresión.
En términos de su poesía, Lucebert es conocido por su rica imaginería y su uso audaz del lenguaje. Sus poemas a menudo desafían la estructura y la métrica convencionales, y su uso de la neología y el juego de palabras resulta en una poesía que es, al mismo tiempo, desconcertante y cautivadora. Su primer volumen de poesía, Apocrief / De analphabetische naam (1952), contiene una serie de poemas que muestran su capacidad para manipular el lenguaje y crear un paisaje literario único.
También el jazz tuvo una influencia significativa en la obra del célebre poeta neerlandés, especialmente en sus poemas, los cuales él prefería describir como spreekgedichten (poemas hablados), enfocándose en el ritmo y el metrónomo. Esta conexión con el jazz se refleja claramente en una cita de un texto de investigación de Jan van Gilst:
Sin embargo, el ritmo es muy importante en mis poemas. Me guío por el ritmo, el bop. El bop scatting es lo más divertido que hay. Desgraciadamente, no puedo hacerlo, pero ojalá pudiera...
De hecho, Lucebert soñaba con reencarnarse como saxofonista. Poseía una vasta colección de más de mil LP relacionados con el jazz y el blues, lo que demuestra la gran influencia que tuvo este género musical en su trabajo.
En cuanto a su prosa, Lucebert también ha hecho contribuciones significativas. Aunque es menos conocido por su prosa que por su poesía, sus obras en este género también son altamente originales y experimentales. Su novela De zeer oude zingt (El muy viejo canta) es un ejemplo de su estilo de prosa, caracterizado por el mismo tipo de juego de palabras e innovación lingüística que se encuentra en su poesía. Además, es importante también mencionar que Lucebert también ha trabajado extensamente en el campo del teatro. Su obra De lachende derwisj (El derviche risueño) es un ejemplo de su enfoque innovador y desafiante de las convenciones teatrales, y muestra su habilidad para combinar el texto con elementos visuales y musicales.
La obra pictórica y visual de Lucebert
Lucebert fue un prolífico artista visual, y su obra abarcó una amplia variedad de medios y estilos. Entre sus obras más notables se encuentran Verloofd (1959), The Red Boy (1992), Danseuse (1987), Bode (1987) y De kinderen van de clown (1985).
Su trabajo a menudo desafiaba las convenciones y exploraba nuevas formas de expresión. Por ejemplo, Der gestrenge luftikus (1994) y "91 XIII 8" (1991) son piezas distintivas que reflejan su enfoque innovador. La obra de Lucebert también mostraba una fuerte tendencia hacia el simbolismo y la narración. Wild West Amazone (1969), De onheilsprofeet (El profeta del Apocalipsis, 1965), En hij opende hem de ogen (Y él le abrió los ojos, 1973), Le songe (El sueño, 1967), De gelofte (El voto, 1988) y Javea (1971) son testimonio de ello.
A lo largo de su carrera, Lucebert mantuvo un compromiso constante con la experimentación y la exploración de nuevas formas de representación visual, haciendo de él una figura destacada en el arte del siglo XX.
¿Qué era el movimiento CoBrA?
El movimiento CoBrA, un grupo artístico y literario vanguardista, surgió en Europa Occidental después de la Segunda Guerra Mundial, concretamente en 1948. El nombre CoBrA se deriva de las iniciales de las ciudades de origen de sus fundadores: Copenhague (Co), Bruselas (Br) y Ámsterdam (A).
CoBrA se formó en respuesta a las corrientes dominantes de la época, especialmente el surrealismo y el arte abstracto. El movimiento buscaba un nuevo lenguaje de expresión, uno que fuera más espontáneo, directo y que reflejara las emociones y las experiencias humanas de una manera más auténtica. La formación del grupo también fue una reacción a la devastación de la Segunda Guerra Mundial, y su objetivo era crear un nuevo tipo de arte que reflejara la esperanza y la renovación. Los miembros de CoBrA eran conocidos por su rechazo a las reglas tradicionales del arte. En lugar de adherirse a las convenciones del arte "alto", buscaban la inspiración en las formas de arte "bajas", como el arte infantil, el arte primitivo, el arte popular y el arte de las personas con enfermedades mentales. Creían que estas formas de arte eran más auténticas y libres de las restricciones de la tradición.
En términos de estética, las obras de CoBrA a menudo se caracterizan por su uso intenso del color, sus formas abstractas y su espontaneidad. Los artistas de CoBrA tampoco se centraban sólamente en un tipo de arte en concreto: normalmente se movían entre una gran variedad de medios, incluyendo la pintura, la escultura, la cerámica, la poesía y la prosa.
Aunque el movimiento CoBrA solo duró oficialmente hasta 1951, tuvo un impacto duradero en el arte y la literatura. Los miembros del grupo continuaron trabajando y influenciando las artes mucho después de que el movimiento oficialmente terminara. El legado del movimiento se puede ver en su influencia en el arte contemporáneo y en su desafío a las convenciones tradicionales del arte y la literatura.
